El proceso vs el contenido del cambio organizacional

Acompañar y facilitar procesos de cambio es una disciplina absolutamente transversal, esto es porque un proceso de cambio puede tener múltiples contenidos.  Puede tratarse de un cambio cultural, de un cambio de procesos, de un cambio metodológico, de un cambio estratégico, de una fusión o absorción de empresas….. y cualquiera de estos y otros cambios en los que se embarque una organización, tienen algo en común: en todos ellos se activarán unas mismas dinámicas o movimientos, las dinámicas o principios sistémicos del cambio.  Y es precisamente en esto en lo que las personas que nos llamamos facilitadoras del cambio acompañamos a las organizaciones. Pues conociendo cómo operan estas dinámicas y principios, y cómo facilitar las mejores condiciones posibles para el cambio, se puede navegar en dicho proceso de cambio con un menor riesgo a tempestades y el menor sufrimiento posible para la tripulación y la nave, que es la organización.

Y por esto es que podemos acompañar en procesos de cambio tan diversos, cosa que a veces sorprende.  Porque no nos centramos en el contenido del cambio sino en el proceso, en esas dinámicas que como digo subyacen y operan debajo de cada proceso de cambio.  Si bien es cierto que por formación y/o experiencia, podemos tener conocimiento también sobre el contenido: aspectos culturales, estratégicos, metodológicos, etc.

Pero en el caso de no tenerlo y ser necesario, nos rodeamos de otras personas profesionales con las que colaboramos.

Después de este preámbulo y volviendo a mi reflexión estival, me ha sorprendido observar cómo parece que haya períodos profesionales en los que confluyen trabajos sobre contenidos comunes como si mágicamente se ordenaran por temáticas.

En 2018 ha prevalecido sobre todo el trabajo con organizaciones que desean hacer un cambio de paradigma y acercarse más a la forma de organizaciones en red (o teal*) y agilismo.

Durante 2017 fue para realizar cambios estratégicos, cambios culturales y transformación digital los encargos mayores que recibí.

En los años anteriores, la componente mayor de los trabajos estaba relacionada con fusión-absorción de empresas, procesos participativos, colaboración, start-ups y emprendeduría.

Este orden, mágico o casual, me agrada puesto que me permite profundizar en dichos contenidos y desarrollar nuevos modelos teóricos a través de la experiencia real de mis clientes.

Comparto aquí, por ejemplo, el modelo de liderazgo que creé junto a una de mis colegas profesionales: Ana Manzanedo.

Este modelo de liderazgo está construído alrededor de dos variables que diferencian perfectamente distintos paradigmas organizaciones.

1.- ESCOGIDO: si la persona líder es escogido y aceptado por las personas que componen el resto del equipo, del que ella misma forma parte.

2.- DISTRIBUIDO: si el rol de liderazgo, al igual que el resto de roles del equipo, cambia de personas en función de las necesidades adaptativas del equipo o si se mantiene fijo en una misma persona.

Bajo nuestra experiencia, únicamente aquel liderazgo en el que confluyen ambas variables (escogido + distribuido) es el adecuado para una organización bajo el paradigma en red o teal.

Dicho modelo lo desarrollamos para apoyar a una empresa en su camino hacia el paradigma organizacional teal, un trabajo que estamos realizando tres consultoras: Eva Miguelez, Ana Manzanedo y yo.  En este trabajo, por ejemplo, no sólo estamos capacitadas en lo relacionado a transformación y procesos de cambio sino también en cuanto al contenido: organizaciones en red o teal.  Un contenido que nos apasiona y en el que llevamos experimentando desde 2013 dentro y fuera de la red OuiShare.

En cuanto a qué me deparará el 2019…  aún no lo sé por completo. Veremos cuál es la foto final que configuran todos los trabajos aunque empiezo a tener mis intuiciones 🙂

¡¡Feliz final de verano para todes!!

*Teal.  Si desconoces este término, te recomiendo la lectura del libro “Reinventar las organizaciones” de Fréderic Laloux.

Los términos “organización en red” o “teal” no son para mi gusto exactamente lo mismo, pero… tal vez otro día escriba más sobre ello 🙂